No concebimos el verano sin una cerveza fresquita con vistas al mar o una puesta de sol con los pies en la arena. Es decir, sin chiringuitos. Pequeños paraísos donde se siente la brisa y la vida tiene otro ritmo: el de las vacaciones a pie de playa. Así que busca tu bañador preferido, esas sandalias que llevabas meses esperando poder estrenar y toma buena nota de los mejores chiringuitos de España donde querrás comer, bailar… ¡y quedarte a vivir!

1. Blue Bar (Playa de Es Migjorn, Formentera)

El azul del cielo, del mar y de la decoración del Blue Bar. Uno de los clásicos de la preciosa isla de Formentera que al estar situado sobre una duna cuenta con preciosas vistas y pequeños miradores desde donde contemplar el atardecer en compañía de sesiones de diferentes dj’s. En cuanto a la oferta gastronómica, especialidades mediterráneas (menos paella) fusionadas con platos asiáticos y pescado fresco.

2. El Bigotes. Cala Mastella (Ibiza, Baleares)

Hay chiringuitos que además son un tesoro. Así sucede con El Bigotes en Ibiza, toda una institución cuyo propietario, ya jubilado, siempre ha lucido un gran bigote. Aquí sirven desde hace más 40 años un guiso de pescado del día y siempre a la misma hora: las 14 horas. Y sí, hay que ser puntual para poder degustarlo y reservar con bastante antelación (650 79 76 33). Antes de esa hora se puede pedir pescado a la plancha y de postre, flaó o pastel de queso ibicenco y un carajillo de receta propia.

3. Toc al Mar. Aiguablava (Begur, Girona)

En una de las calas más bonitas de la costa de Girona, la de Aiguablava, nos espera Toc al Mar, un restaurante a pie de playa cuya especialidad son los pescados frescos a la brasa y los arroces. Todo procede de las barcas de la zona: doradas, lubinas, corvinas, langostas, gambas, pulpo de roca, etc.

4. Gallito (Barcelona)

La Barceloneta es una playa urbana y como tal, sus chiringuitos son de dos tipos: los clásicos instalados en la arena y los que se asoman al mar desde una posición cercana y con formatos más modernos y elegantes. Así sucede con Gallito (paseo del Mare Nostrum, 19), ubicado muy cerca del fácilmente reconocible Hotel W y perfecto para saborear platos de carne, pescado, marisco y buenos arroces. Comer en su terraza, a la sombra de las hojas de parra y con la brisa marina presente es una auténtica delicia.

5. La Carpa (San Sebastián)

Rayas blancas y azules. Así es el atuendo playero de La Concha, el chiringuito más famoso de la playa de Ondarreta en San Sebastián. Un look vintage que combina a la perfección con el verde de los montes que la rodean y donde podemos disfrutar de los clásicos del chiringuito a pie de mar: pinchos, bocadillos, raciones, cañas fresquitas y buenos gin tonics.

6. El Chiringuito de Cuchía (Miengo, Cantabria)

Para ver, escuchar y sentir el Cantábrico hay un lugar que ya hemos anotado en la agenda: el Chiringuito de Cuchía, ubicado en la playa del mismo nombre y en la localidad de Miengo. ¿Lo mejor? Sus vistas, espectaculares al atardecer, y la comida casera base de buenos arroces y mariscos y pescados locales.

7. Oli-ba-ba (Oliva, Valencia)

Indican su localización a base de coordenadas, y como si nos encontrásemos en plena Isla de Pascua, dos enormes moais lo presiden. Nos referimos a Oli-Ba-Ba, un chiringuito ubicado en la playa de Oliva que de día se consagra a la paella, a los cócteles en sus blancas hamacas al atardecer y a la música de los dj’s residentes cuando cae la noche.

8. La Cubana (Benalmádena, Málaga)

Pensar en Cuba es pensar a todo color. Como el brillante arcoíris que decora La Cubana, uno de los chiringuitos con más éxito de la playa de Carbajal, entre Fuengirola y Benalmádena. Un espacio relajado y hippie en el que ofrecen buenas hamburguesas, ensaladas y una carta de cócteles donde los mojitos, como no podía ser de otra manera, son los protagonistas absolutos.

9. El Boquerón (Torre del Mar, Málaga)

Un chiringuito en la Costa del Sol no sería lo mismo sin su pescaíto frito. Por eso triunfa El Boquerón, uno de los favoritos en la playa de Torre del Mar. Un local familiar, con solera (lleva abierto desde los años 70) y donde saben preparar los espetos de sardinas sobre las brasas de una barquita, es decir, con auténtico arte y sabiduría. Además, el pescado a la brasa y el marisco, todo de la zona, también triunfan.

10. Bar Charco Azul (San Andrés y Sauces, La Palma)